RISSOTO CON ORTIGAS Y POLLO
RISSOTO CON ORTIGAS Y POLLO
Con la llegada de la primavera, por los bosques de las montañas encontraremos las Ortigas Mayor, una planta silvestre, comestible en Rumania, Rusia, Polonia, Bulgaria y en España también. Se puede recoger con guantes para no provocar urticaria a la piel de las manos. Es una planta fuente en vitaminas y minerales, que ayuda a equilibrar y limpiar de toxinas nuestro cuerpo. Esta indicada casi para todo, es una bomba en nutrientes tan necesarias a diario para la salud.
En la familia nos encanta prepararla en arroz, purés, cremas, buñuelos, sopas, etc. Tiene un sabor peculiar, pero no se debe añadir en cantidades grandes en principio, para acostumbrar con su sabor. Después de cocinar las ortigas ya no provoca urticaria, solo en crudo. NO se utiliza en crudo en ensaladas.
En general se puede preparar casi otra verdura. En sopas con ortigas sale deliciosas. Ni te lo cuento de bueno que sale en el arroz, el purés o cremas. En cremas se puede acompañar con huevo frito, cosido o en tortilla francesa. La combinación sale exquisita.
Se puede añadir hierbas aromáticas para disimular un poco su sabor peculiar y algunas especias. A mi me gusta mucho solo con pimienta negra, no quiero disimilar mucho el sabor porque nos encanta. Las ortigas preparadas en purés con ajo, sueleemos acompañar con rábano rusticano rallado por encima, una raíz de sabor muy fuerte, pero combina de maravilla con esta preparación. Despeja la nariz y quita los catarros y los virus.
Personas: 4
Tiempo: 45 minutos
INGREDIENTES:
4 contramuslos de pollo
200 gr. ortigas limpias
330 arroz de buena calidad
1/2 penca de apio
1/2 pimiento verde
1 cebolla mediana
2 dientes de ajo
5 cucharadas aceite de oliva virgen extra
3 cucharadas tomate frito
1 pastilla Avecrem de verduras
granos pimienta negra
sal gruesa de roca
PREPARACIÓN:
En primer lugar, cortar los contra muslos de pollo en trozos pequeños. Espolvorear la carne con sal gruesa de roca por todos los lados. A continuación asentar una cazuela sobre fuego. Verter las cuatro cucharadas de aceite de oliva virgen extra y dejar que coja temperatura. Acomodar los trozos de carne de pollo en el fondo de la cazuela y marcarlas por todos los lados a fuego alto.
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